miércoles, 25 de mayo de 2016

Bruxismo y Osteopatía

¿Te despiertas con cansancio en la musculatura de la boca, cara o cuello y dolor en la región de la mandíbula y los dientes?. Si la respuesta a esta cuestión es afirmativa y, además de estos síntomas, presentas alguno o varios de los siguientes, es probable que padezcas bruxismo:
  • Rechinar de dientes o te han comentado que esto te ocurre cuando duermes  (con su correspondiente ruido característico, “como masticar cubitos de hielo”).
  • Desgaste piezas dentarias.
  • Ruidos y/o dolor en la articulación témporo-mandibular (para nosotros a partir de ahora será la ATM, situada delante del oído).
  • Cefalea o dolor de cabeza.
  • Dolor de oídos o sensación de zumbido en ellos (tinnitus).
  • Restricción y/o limitación el movimiento de apertura de la boca o asimetría en el movimiento de la mandíbula al abrir la boca (en ocasiones puede ser perceptible un chasquido en la ATM).

¿QUÉ ES EL BRUXISMO?

Es el hábito de apretar o rechinar los dientes, con distintos grados de intensidad y generalmente de forma inconsciente, produciéndose esta disfunción de la ATM con mayor frecuencia durante el descanso nocturno.images3
En cuanto a las causas, no existen causas específicas, pero el estrés y la ansiedad contribuyen a incrementar considerablemente su aparición e intensidad. 
CLASIFICACIÓN Y TIPOS DE BRUXISMO
  1. Bruxismo diurno. Se define como el apretamiento o frotamiento de los dientes, a veces inconsciente, pero, generalmente, consciente. Suele estar relacionado con otros tics o manías como comerse las uñas o morderse los labios, y es frecuente que se produzca cuando se está concentrado: trabajando, estudiando e incluso conduciend0.
  2. Bruxismo nocturno. Totalmente involuntario. Se produce mientras se duerme. Puede tener lugar por apretamiento o friccionamiento y puede ser el causante del cansancio muscular o dolor de cabeza que aparece al levantarse de la cama y de la contractura de los músculos del cuello.
  3. Bruxismo céntrico o de apretamiento. Se aprietan los dientes por una contracción muscular. Estos no llegan a desgastarse, pero la mandíbula tiende a cargarse en exceso, provocando contractura muscular asociada a molestia y dolor, especialmente en la musculatura oclusora de la mandíbula.
  4. Bruxismo excéntrico o de frotamiento. Los dientes rechinan produciendo un desgaste dentario mayor, aunque la molestias  muscular apenas es apreciable, debido a la alternancia entre contracción-relajación de los grupos musculares implicados.
  5. Bruxismo diurno y nocturno. Tiene lugar en cualquier momento del día, es el más dañino y el que provoca mayores problemas, presentándose como una lesión cronificada, bruxando la persona constantemente.
¿POR QUÉ SE PRODUCE?  ¿QUÉ LO CAUSA?
Inicialmente se pensó que el bruxismo estaba provocado por problemas odontológicos, como obturaciones mal realizadas, pero se observó que corrigiéndolas no se solucionaba el problema. Posteriormente, se estableció como causa principal la mala oclusión y contactos prematuros entre los dientes al morder, factor que hemos comentado anteriormente, pero se observó que hay una gran cantidad de personas con estas disfunciones que a pesar de ello no bruxan. Actualmente, se piensa que su origen obedece a varios de estos factores junto con un elevado nivel de estrés emocional.
En este sentido, no es nuevo comentar que las situaciones estresantes desencadenan en el individuo una serie de emociones, de intensidad y características diferentes según la personalidad de cada uno. Así, se ha observado que las personas que bruxan suelen presentar mayoritariamente altos niveles de ansiedad, seguido de sentimientos de ira reprimida, miedo, frustración, personalidad demasiado competitiva, etcétera. Asimismo, las molestias que ocasiona el bruxismo, principalmente el dolor, son motivo de alteraciones emocionales y en el estado de ánimo del individuo, asociadas a la disfunción de la ATM y de sus correspondientes “tirantes”, reflejados en el sistema muscular.

¿Puede conseguir la osteopatía  ayudar a alguien que sufre bruxismo y le han mandado una férula de descarga?

Como siempre ,vamos a ver la problemática del bruxismo desde el enfoque osteopático, de esta forma,  cuando alguien nos cuenta de que sufre de bruxismo y que le han mandado una férula de descarga, nos sirve para orientarnos y pensar que esta persona el problema le viene de la musculatura masticadora principalmente y de la articulación temporomandibular (habitualmente se ve representada por las siglas ATM), lo que tenemos que intuir primeramente es que esa persona puede tener ciertas alteraciones estructurales a nivel musculo esquelético en la musculatura del arco cigomático y principalmente a una alteración estructural o limitación de movilidad en la articulación temporomandibular (ATM) mencionada anteriormente.
Como siempre siguiendo las bases de los principios fundamentales de la Osteopatía, lo que vamos a intentar es reequilibrar nuevamente ese desequilibrio estructural que pueda sufrir la persona, para que el cuerpo funcione como un todo, ayudarla con los posibles dolores de cabeza que pueda sufrir y evitar que siga apretando y rechinando los dientes, para que, en la medida de lo posible, no tenga que usar la férula de descarga por ese problema.

¿Cómo sería una sesión con osteopatía para una persona que refiere tener bruxismo?

Como siempre,  os indicamos un “resumen estándar” de cómo podría ser una sesión para una persona con este problema a modo de guía. Como siempre, como hemos comentado en varias ocasiones, la osteopatía trata personas, no trata enfermedades ni lesiones,  y por tanto, aunque una persona puede tener los mismos problemas que otra, siempre hay que hacer un estudio osteopático y tratarla individual y personalmente con los criterios que la osteopatía rige.
o   Primero se realizaran unas pruebas osteopáticas, exploraciones  y ciertos test específicos para la zona de la mandíbula, concretamente la musculatura del arco cigomático y la articulación temporomandibular (ATM),  para detectar las limitaciones de movilidad existentes en sus estructuras y la rigidez de los músculos de esa zona.
o   Una vez realizadas estas pruebas, el osteópata empezará la sesión con el tratamiento general osteopático (TGO) de la zona afectada, en este caso concreto, especialmente la musculatura de la zona del cuello anterior, las inserciones de los músculos en el arco cigomático y la arcada dental inferior, y de la musculatura adyacente, como puede ser la musculatura del temporal, relajando las restricciones encontradas en las pruebas anteriores, seguido de los estiramientos correspondientes para esa musculatura. Con esto se buscará dar elasticidad a los músculos que estén rígidos devolviéndoles su elasticidad correcta.
o   Seguidamente se procederá a la relajación muscular de la zona intra-bucal, especialmente del musculo masetero y pterigoideo.
o   Por último se realizarán las movilización y manipulaciones correspondientes en las alteraciones estructurales existentes, principalmente la articulación temporomandibular,  consiguiendo de esta forma que estas tengan una movilidad adecuada y que por tanto la funcionalidad sea la correcta.
Al existir un movimiento articular correcto de la articulación de la mandíbula, la relajación de todo la musculatura de la masticación y musculatura adyacente, conseguimos ayudar a la persona de su bruxismo y por tanto el uso de la férula de descarga.

Hay algún caso en el que no me pueda ayudar la osteopatía.

Como siempre la osteopatía nos puede ayudar a niveles mecánicos, si existe algún problema infeccioso en el que la persona por ejemplo sufra fiebres o vómitos, un osteópata no puede intervenir.
Como hemos comentado con anterioridad, un osteópata  realiza pruebas, test y preguntas al paciente, si en algún momento el detecta algo por el cual la osteopatía no puedo realizarse, como por ejemplo que el paciente tenga fiebre, este se lo hará saber.

jueves, 10 de diciembre de 2015

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lunes, 21 de septiembre de 2015

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jueves, 21 de mayo de 2015

La importancia del Psoas

En lo más profundo de nuestro cuerpo se encuentra el psoas, un pequeño músculo que conecta la parte superior e inferior del cuerpo. Aprender a relajarlo, por lo tanto, ayuda a ganar una mayor estabilidad.
El cuerpo presenta una serie de capas o niveles: primero la piel, luego los músculos, después los órganos y, finalmente, el esqueleto. Sin embargo, hay algunas excepciones. Por ejemplo, las costillas y el cráneo: unos huesos que cubren y protegen órganos, en vez de ser su soporte central. El psoas es una excepción similar: es un músculo que se encuentra en lo más profundo del centro mismo del cuerpo humano, entre los intestinos y la columna vertebral.
Este músculo actúa como una especie de puente colgante entre el tronco y las piernas, transfiriendo el peso de arriba abajo y transmitiendo flujos energéticos en ambas direcciones. Al mismo tiempo, un psoas sano realiza una función de estabilización de la columna vertebral.
Por otro lado, el psoas también actúa como soporte interno del abdomen, una especie de “repisa” en diagonal sobre la que se asientan los órganos vitales de esta zona. Este músculo interno, además, actúa en armonía con el diafragma, vinculando los ritmos del movimiento del cuerpo con los ritmos respiratorios, y entre ambos realizan un continuo masaje sobre la columna vertebral, los órganos, los vasos sanguíneos y los nervios del tronco, estimulando el movimiento de los fluidos por todo el cuerpo, a modo de bomba hidráulica.

Sentirse centrado:
El psoas es, pues, el eje físico de un cuerpo equilibrado y estable. Es un músculo vital en todo movimiento que implique equilibrio, rotación del tronco y de las piernas y en definitiva, cualquier movimiento general del cuerpo. Por eso, los movimientos inadecuados y las malas posturas tienden a forzar el funcionamiento del psoas, por ejemplo en una actividad motora aparentemente tan sencilla como caminar. Muchos de nosotros pensamos erróneamente que el movimiento de las piernas empiezan en la cintura, es decir, que el tronco acaba donde empieza la cadera. Sin embargo, estructuralmente las piernas empiezan en las articulaciones del fémur con la cadera, y para que el cuerpo mantenga un equilibrio armónico es necesario que la pelvis funcione como parte del tronco y no como parte de las piernas. Si al caminar movemos la pelvis como si fuera parte de las piernas, en un contoneo excesivo o empujándola hacia delante o hacia atrás, el psoas se verá obligado a realizar una tensión antinatural para proteger y estabilizar la columna vertebral.
El psoas puede tensarse en muchas situaciones diferentes, ya que es capaz de contraerse o relajarse de forma independiente, en cada unión vertebral.
Pero si este músculo se usa constantemente para corregir la estabilidad interna, al cabo del tiempo puede empezar a perder flexibilidad y a acortarse de forma crónica. Y una contracción o endurecimiento crónico del psoas conlleva una serie de problemas, porque hace que otros músculos del abdomen y de la espalda se vean obligados a compensar el equilibrio y empiecen a endurecerse también. Por ejemplo: los huesos pélvicos tienden a adelantarse, disminuyendo la distancia entre las crestas ilíacas y las piernas, comprimiendo la cabeza del fémur en su articulación.
Esta compresión hace que los muslos se desarrollen excesivamente y el fémur pierde capacidad de rotación, un movimiento que es asumido por las rodillas y la espina lumbar.
Estos trastornos pueden provocar, a la larga, lesiones crónicas en la espalda, la cabeza del fémur o las rodillas.

El corazón de las emociones:
Con un abdomen habitualmente en tensión y comprimido, una vitalidad disminuida y una respiración alterada, es comprensible que la atrofia del psoas conlleve alteraciones emocionales.
Puede que mucha de esa ansiedad que nos atenaza, o parte de esa apatía crónica que nos oprime esté relacionada con un psoas inhibido. Igualmente, la sensación permanente de inseguridad que algunas personas experimentan puede estar directamente conectada con el sobreesfuerzo continuo por mantener el equilibrio del esqueleto.
Además, el complejo de músculos iliopsoas está íntimamente conectado con la atávica reacción de “lucha-huida” que permite a los animales defenderse en una situación de peligro, cuando deben enfrentarse a un agente externo. Tanto si nos encogemos en una posición fetal protectora, como si saltamos desde el suelo para correr, el psoas es el corazón de los músculos implicados, el primero en reaccionar. Por ello, un psoas crónicamente contraído está enviando al resto del cuerpo, lo que afecta al sistema nervioso, agota a las glándulas suprarrenales y debilita el sistema inmunitario. Si nos sentimos agresivos a menudo, y sin razón aparente, es posible que una atrofia del psoas tenga mucho que ver.
Al relajar el psoas, debemos desarrollar la confianza en el equilibrio de nuestro esqueleto, en vez de buscar el equilibrio mediante tensiones musculares. Un cuerpo relajado sostiene su peso de manera natural sobre su propia estructura ósea: los músculos están para mover los huesos, no para apuntalar el peso del cuerpo. Cuando aprendemos a repartir el peso sobre el esqueleto y a sostenerlo sin esfuerzo, la sensación se traduce en una actitud emocional de seguridad y equilibrio. Las articulaciones devienen sutiles nodos de fluir energético, dando a todo movimiento una sensación de continuidad y armonía.

Inestabilidad pasajera:
Sin embargo, liberar el psoas, al principio puede ser problemático. Al intentar “dejar ir” los huesos y relajar la musculatura, puede invadirnos una sensación de vértigo. Acostumbrados a sostenernos mediante contrafuerzas musculares, hemos perdido la confianza en nuestra estructura ósea, y podemos creer que nos vamos a desmoronar. Los primeros ejercicios de relajación pueden dar una primera impresión de inestabilidad, que es pasajera. Asimismo, una vez que hayamos aprendido a sentir nuestros músculos iliopsoas, y empecemos a relajarlos, podremos atravesar una etapa de emociones confusas. Es normal, ya que la atrofia del psoas suele estar relacionada con problemas emocionales, y para liberar este músculo, como en cualquier tratamiento o cura, primero hay que abandonar los viejos esquemas y depurar los elementos dañinos, permitiendo que afloren. Con el tiempo, la consciencia y el cuidado de los iliopsoas nos conducirá a mejorar tanto la salud física, como la emocional.

Autoestiramientos:

Consejo: Si eres deportista o paciente, procura estirar. Si eres un profesional, procura valorar y tratar.
Si quieres saber más, también puedes leer el artículo: Psoas, el músculo del alma

Alexis Alonso. Osteópata.
Fuente:http://saludablemente.es/laimportanciadelpsoas.php

miércoles, 20 de mayo de 2015

La importancia del Piramidal

El piramidal o piriforme es un músculo situado en la pelvis, en la parte profunda de la región glútea. Se origina en la cara anterior del sacro y se inserta en la cara superior del trocánter mayor del fémur. Es uno de los principales estabilizadores de la cadera.
Una rama del nervio ciático, pasa muy próximo al piramidal e inerva al propio músculo, pero lo más importante es que el ciático, en su trayecto descendente a lo largo del muslo, pasa muy próximo al músculo piramidal. En la mayoría de los casos, el ciático pasa por debajo del piramidal, pero en algunas personas el nervio atraviesa el músculo.
piramidalLa compresión del nervio ciático por el músculo piramidal, produce una serie de síntomas y signos, que son los que se conocen como síndrome del músculo piramidal. Es una afección bastante frecuente en el campo de la actividad física y el deporte. A veces se la conoce como síndrome del conductor, puesto que afecta con relativa frecuencia a los profesionales del volante y sus signos empeoran en posición sedente, por la compresión y estiramiento del ciático.
Es el principal rotador externo de cadera y actúa así cuando la articulación se coloca en posición neutra o extendida. A 90º de flexión se convierte en aductor y rotador interno de cadera. Posee una importante función estabilizadora en la articulación, ejerciendo una fuerza de coaptación en el acetábulo. El músculo piramidal tiene mucha importancia en la patología osteopática cuando se trata del diagnóstico de la pelvis y sacro. Este marca un eje de torsión sobre el que se asientan varias lesiones mecánicas. A partir de esas fijaciones podemos encontrar cadenas lesionales que van a generar patologías a distancia. Un piramidal con espasmo provoca una rotación del sacro que debe ser compensada a lo largo de la columna vertebral en sentido ascendente, alcanzando incluso al occipital.
Síntomas y diagnóstico:
Se puede sentir dolor o parestesias a nivel local y también extenderse a la región lumbar, ingle, nalga, zona perineal y parte posterior del muslo hasta la rodilla. El dolor se puede confundir con el de una ciática, aunque suele ser menos intenso y la zona de extensión de las molestias es menor. Es necesario hacer un diagnóstico diferencial en una ciatalgia con una hernia discal lumbar.
piramidalEl acortamiento del piramidal suele producir una rotación externa del pie del mismo lado, cuando el paciente se encuentra boca arriba. No es una prueba concluyente, pero si la persona presenta los síntomas y aparece este signo, se ha de pensar en un posible acortamiento del piriforme. La ecografía y la resonancia magnética, pueden desvelar más información sobre la afectación de estas estructuras. Esta afectación suele responder bien al tratamiento conservador en la mayoría de los casos y en raras ocasiones se ha de recurrir a técnicas más invasivas, como la infiltración de corticoides-ozono o el abordaje quirúrgico, mediante una técnica descompresiva para el nervio.
Ciática y falsa ciática:
Dada su proximidad, en ocasiones, cuando el músculo piramidal está contracturado, comprime el nervio ciático y se produce la llamada falsa ciática. Es decir, tiene la misma sintomatología que un dolor ciático pero en realidad es producido por la compresión del piramidal.
Una característica básica para poder diferenciar entre ambas patologías es que en caso de falsa ciática, el dolor o las parestesias se producen desde las lumbares hasta la rodilla, mientras que en caso de un problema del nervio ciático, superan la rodilla y llega hasta la planta del pie.
Signo del piramidal:
Un indicativo que demostraría que tenemos el piramidal contracturado, es el llamado signo del piramidal. Al ser un rotador externo de la cadera, cuando tenemos el piramidal acortado, veremos como el pie gira hacia fuera al estar tumbados boca arriba tal como se muestra en la imagen.
Tratamiento:
La primera etapa del tratamiento es analizar el motivo por el cual se contractura el músculo piramidal, ya sea por un mal gesto deportivo, mala postura en el trabajo o una alteración biomecánica de las piernas o de la pelvis.
El tratamiento general incluirá:
  • Masaje: Tratamiento del tejido blando.
  • Manipulaciones osteopáticas: Valorar vértebras lumbares, sacro-ilíaca, coxis, cadera, rodilla y tobillo.
  • Estiramientos: Piramidal, psoas, glúteos, tensor de la fascia lata, isquiotibiales, cuádriceps…
  • Aplicación de frío-calor.
  • Autoestiramientos que realice el paciente.
Al paciente es fundamental que se le indique la realización de un programa de estiramientos domiciliarios que debe realizar a diario y prolongado incluso cuando los síntomas desaparezcan para evitar recidivas. Como en toda afección mecánica es imprescindible llegar a la causa primaria de la lesión con el fin de evitar que se vuelva a producir. Incidir sobre un correcto mantenimiento de la postura, corregir posibles dismetrías, problemas podales o malos hábitos en la realización de las tareas habituales, de ocio o profesionales, ha de ser la meta final del tratamiento.
Es importante también, que una persona afectada por el piramidal, no debe usar los bolsillos traseros del pantalón, para así evitar comprimir el músculo cuando esté sentado.

Ejercicios de autoestiramiento:
Casi siempre es necesario estirar el músculo piriforme para aliviar el dolor que pasa por el nervio ciático y esto se puede lograr en varias posiciones diferentes. Pueden emplearse varios ejercicios de estiramiento del músculo piriforme, de los músculos isquiotibiales y de los músculos extensores de la cadera, para reducir los síntomas de dolor que pasan por el nervio ciático y recuperar la amplitud de movimiento del paciente.
Entre los ejercicios de estiramiento comúnmente recetados para tratar los síntomas de la ciática debido a problemas del músculo piriforme están los siguientes:

Ejercicio 1:
piramidalRecuéstese boca arriba con las piernas rectas. Lleve la pierna afectada hacia el pecho, agarrando la rodilla con la mano del mismo lado del cuerpo y cogiendo el tobillo con la otra mano. Tratando de comenzar el movimiento con el tobillo, lleve la rodilla hacia el tobillo opuesto hasta sentir el estiramiento. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.

Ejercicio 2:piramidal
Recuéstese boca arriba con las piernas rectas. Levante la pierna afectada y ponga ese pie en el suelo al otro lado de la rodilla opuesta. Lleve la rodilla de la pierna doblada directamente por encima de la línea media del cuerpo, utilizando la mano opuesta o, de ser necesaria, una toalla, hasta sentir el estiramiento. No forcejee la rodilla más allá del estiramiento ni tampoco hacia el suelo. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.

piramidalEjercicio 3:
Recuéstese boca arriba en el suelo, cruzando la pierna afectada sobre la otra pierna al nivel de las rodillas y con ambas piernas dobladas. Lleve la rodilla inferior suavemente hacia el hombro del mismo lado del cuerpo hasta sentir el estiramiento. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.

piramidalEjercicio 4:
Arrodíllese con las manos en el suelo. Ponga el pie afectado al otro lado de y debajo del cuerpo, para que la rodilla afectada quede fuera del tronco. Extienda la pierna no afectada directamente hacia atrás y mantenga la pelvis recta. Manteniendo la pierna afectada donde está, mueva las caderas hacia atrás, hacia el suelo, e inclínese hacia adelante sobre los antebrazos hasta sentir un estiramiento profundo. No forcejee el cuerpo hacia el suelo. Mantenga el estiramiento por 30 segundos y luego vuelva lentamente a la posición inicial. Intente completar una serie de tres estiramientos.
Consejos para deportistas
  • Elegiremos la zapatilla adecuada al terreno. Si vemos que el calzado es muy plano, conviene poner un alza en el talón y un poco de algodón debajo de la cara interna de la plantilla para que apoye bien el arco del pie. 
  • Modificación de la zancada.
  • Entrenamiento: Evitaremos los terrenos duros. Disminuiremos la intensidad. 
  • Suprimiremos las causas que hagan que reaparezca el dolor, como entrenamientos intensivos sobre terreno duro, series, cambios de ritmo, correr cada día.
  • Intentar parar unos días (dependiendo de la gravedad del dolor), evitaremos largos trayectos en coche, la posición sentado largo rato, estar mucho tiempo de pie.
  • Vaciar el organismo de toxinas acumuladas bebiendo agua en abundancia (Al menos dos litros de agua por día), disminuiremos la ración de carne, evitaremos los alimentos de difícil digestión, los platos con salsas, etc.
  • Estirar la musculatura. Principalmente piramidal, glúteos, abdominales, cuádriceps, isquiotibiales y gemelos.
  • Fortalecer la zona lumbar y abdominal.
Consejo final: Si eres deportista o paciente, procura estirar. Si eres un profesional, procura valorar y tratar.
Fuente :http://saludablemente.es/laimportanciadelpiramidal.php

lunes, 18 de mayo de 2015

¿Sabes qué es la retención de líquidos? Algunos consejos sobre el tema

El nombre técnico de este problema es el de Hidropesía y consiste en que se acumula líquido en algunos tejidos de nuestro cuerpo, sin seguir su proceso natural de pasar a otro distinto o de eliminarse.
Este problema de retencion de liquidos puede ser a consecuencia de una enfermedad y ser uno de los primeros síntomas de la misma. De esta forma puede ser una alarma de que algún órgano no está funcionando de forma correcta, por lo que será muy recomendable visitar al médico para que nos haga un diagnóstico adecuado de la situación y empezar a ponerle remedio a la situación.
Los problemas de la retención de líquidos

De forma natural, nuestro cuerpo es capaz de regular la cantidad de líquido en nuestro cuerpo, elimando el exceso en forma de orina o de sudor, por esta razón no hay ningún problema en beber mucha agua, ya que nuestras hormonas detectarán la cantidad correcta y eliminarán de forma natural el excedente.
Cuando este proceso natural no es capaz de eliminar el liquido sobrante, es cuando aparece el problema de retención de líquidos.
Ya hemos comentado que la retención de líquidos puede ser debida a algún fallo o problema interno, pero también puede haber otras causas en las que podemos actuar.
De esta manera, la retención de líquidos puede aparecer por la ingesta de algún medicamento determinado, por llevar una vida estresada, por tener un estilo de vida sedentario y de poco ejercicio o incluso por factores climáticos.La retención de líquidos, algunos consejos

Algunas cosas que podemos hacer para mejorar estre problema será hacer ejercicio, nadar será una excelente elección. También es interesante beber bastante agua para ayudar a trabajar a los riñones, también las infusiones en ayunas son una buena práctica.
Si tienes un trabajo que realizas sentado, intenta levantarte cada hora para caminar un poco.
En definitiva, debemos seguir los consejos de nuestro médico o especialista y tener una forma de vida más activa que con la que ayudemos a nuestro a eliminar el problema de retención de líquidos.